POESÍA 4
AÑO NUEVO
A las doce de la noche, por las puertas de la gloria
y al fulgor de perla y oro de una luz extraterrestre,
sale en hombros de cuatro ángeles, y en su silla gestatoria,
San Silvestre.
Más hermoso que un rey mago, lleva puesta la tiara,
de que son bellos diamantes Sirio, Arturo y Orión;
y el anillo de su diestra hecho cual si fuese para
Salomón.
Sus pies cubren los joyeles de la Osa adamantina,
y su capa raras piedras de una ilustre Visapur;
y colgada sobre el pecho resplandece la divina
Cruz del Sur.
Va el pontífice hacia Oriente; ¿va a encontrar el áureo barco
donde al brillo de la aurora viene en triunfo el rey Enero?
Ya la aljaba de Diciembre se fue toda por el arco
del Arquero.
A la orilla del abismo misterioso de lo Eterno
el inmenso Sagitario no se cansa de flechar;
le sustenta el frío Polo, lo corona el blanco Invierno
y le cubre los riñones el vellón azul del mar.
Cada flecha que dispara, cada flecha es una hora;
doce aljabas cada año para él trae el rey Enero;
en la sombra se destaca la figura vencedora
del Arquero.
Al redor de la figura del gigante se oye el vuelo
misterioso y fugitivo de las almas que se van,
y el ruido con que pasa por la bóveda del cielo
con sus alas membranosas el murciélago Satán.
San Silvestre, bajo el palio de un zodíaco de virtudes,
del celeste Vaticano se detiene en los umbrales
mientras himnos y motetes canta un coro de laúdes
inmortales.
Reza el santo y pontifica y al mirar que viene el barco
donde en triunfo llega Enero,
ante Dios bendice al mundo y su brazo abarca el arco
y el Arquero.
LEYENDA 4
AÑO NUEVO
A las doce de la noche, por las puertas de la gloria
y al fulgor de perla y oro de una luz extraterrestre,
sale en hombros de cuatro ángeles, y en su silla gestatoria,
San Silvestre.
Más hermoso que un rey mago, lleva puesta la tiara,
de que son bellos diamantes Sirio, Arturo y Orión;
y el anillo de su diestra hecho cual si fuese para
Salomón.
Sus pies cubren los joyeles de la Osa adamantina,
y su capa raras piedras de una ilustre Visapur;
y colgada sobre el pecho resplandece la divina
Cruz del Sur.
Va el pontífice hacia Oriente; ¿va a encontrar el áureo barco
donde al brillo de la aurora viene en triunfo el rey Enero?
Ya la aljaba de Diciembre se fue toda por el arco
del Arquero.
A la orilla del abismo misterioso de lo Eterno
el inmenso Sagitario no se cansa de flechar;
le sustenta el frío Polo, lo corona el blanco Invierno
y le cubre los riñones el vellón azul del mar.
Cada flecha que dispara, cada flecha es una hora;
doce aljabas cada año para él trae el rey Enero;
en la sombra se destaca la figura vencedora
del Arquero.
Al redor de la figura del gigante se oye el vuelo
misterioso y fugitivo de las almas que se van,
y el ruido con que pasa por la bóveda del cielo
con sus alas membranosas el murciélago Satán.
San Silvestre, bajo el palio de un zodíaco de virtudes,
del celeste Vaticano se detiene en los umbrales
mientras himnos y motetes canta un coro de laúdes
inmortales.
Reza el santo y pontifica y al mirar que viene el barco
donde en triunfo llega Enero,
ante Dios bendice al mundo y su brazo abarca el arco
y el Arquero.
ANECDOTA 4
En uno de mis múltiples puntazos que me dan decidí apuntarme a una excursión en bicicleta por las Salinas de Maras en el Valle Sagrado (Perú). Para poneros en antecedentes: el deporte y yo no nos llevamos bien, digamos que mi actividad deportiva se limita a ir al gimnasio como máximo un mes y medio al año y a jugar al Wii Sports en casa, así que imaginaros!!!!
En la primera cuesta ya estaba que no podía con mi alma y para postre el camino estaba todo empedrado y peligroso así que ni corta ni perezosa agarré la bicicleta a cuestas y en la primera carretera que vi paré a una furgonetilla que iba atestada de gente y animalitos, endiñé la bici en la baca y me quedé esperando en el pueblo tumbada a la bartola hasta que el resto de la expedición aparecieron hechos polvo, eso sí, no me libré de las agujetas ya que al día siguiente tenía los brazos que no los podía ni mover!!!!
leyenda 4
La vainilla
Adaptación de la antigua leyenda de México
Cuenta una antigua leyenda que hace muchos años vivió en México una bella muchacha que pertenecía a una familia muy importante y rica de su ciudad. Tanto era así, que su casa era un palacio en el que gozaba de todas las comodidades y lujos que uno pueda imaginar.
Un día, Xanath, que así se llamaba, salió a pasear y conoció a un guapo joven llamado Tzarahuín. Se trataba de un muchacho pobre que vivía en una cabaña de madera cerca del bosque. Por descontado, su vida sencilla y sin pretensiones no tenía nada que ver con la de ella, que era casi como la de una princesa.
Sin embargo, ya sabéis que el amor nace de la forma más inesperada: en el momento en que sus miradas se cruzaron por primera vez, se enamoraron perdidamente.
Cada tarde, Xanath se ausentaba de su casa con cualquier excusa y buscaba la manera de encontrarse en un lugar apartado con Tzarahuín. A medida que pasaban los días más se amaban y más deseaban estar juntos a todas horas. Xanath sabía que sus padres jamás aceptarían que se casara con alguien tan humilde que no tenía nada que ofrecerle. La única opción para disfrutar de su amor, era verse a escondidas y en secreto.
Sucedió que una tarde, después de ver a su querido Tzarahuín, Xanath pasó junto al templo más importante de la montaña. Caminaba despacio, tarareando una linda canción y luciendo una hermosa sonrisa que reflejaba su felicidad. Para su desgracia, uno de los dioses que vivían en el templo la vio y se quedó tan fascinado por su hermosura, que también se enamoró de ella a primera vista.
Era dios de la felicidad, un ser poderoso que, de inmediato, decidió que sería su esposa a toda costa. Sin perder tiempo, salió a su encuentro y empezó a seguirla. Xanath le vio por el rabillo del ojo e intentó esquivar su presencia, pero el dios consiguió cortarle el paso y le propuso matrimonio.
La joven, asustada, le rechazó ¡Jamás se casaría con otra persona que no fuera su querido Tzarahuín! Pero él insistió e insistió hasta la saciedad ¡No aceptaba un no por respuesta! Xanath se negó una y mil veces y al final, el dios no pudo contener su enfado y la amenazó gritando que algún día, se arrepentiría de haberle tratado tan mal.
La chica regresó a su casa muy sofocada e intentó olvidar lo sucedido. Para nada imaginaba que el dios no iba a rendirse fácilmente. De hecho, en cuanto la perdió de vista, mandó un mensajero a casa de la muchacha e invitó a su padre a visitarle al templo. El viejo se sintió muy feliz y halagado de que una divinidad tan importante quisiera conocerle y acudió a la cita vestido con sus mejores galas.
El dios de la felicidad pretendía hacer amistad con él para ganarse su confianza, así que le trató como a un rey y le colmó de regalos. Antes de despedirse, cuando ya lo tenía engatusado, le pidió la mano de Xanath. El hombre, muy emocionado, no lo dudó y prometió que su preciosa hija se casaría con él.
Al día siguiente, fue el dios quien se presentó en casa de la muchacha. El padre le recibió con alegría y la mandó llamar. Xanath bajó la escalinata y estuvo a punto de desmayarse cuando vio que el dios estaba allí porque seguía empeñado en casarse con ella. Desesperada, se echó a llorar y no quiso ni dirigirle la palabra.
El dios, enfurecido, empezó a maldecir y juró que si no se casaba con él no se casaría con nadie ¡Estaba que se subía por las paredes! Levantó la mano y le lanzó un conjuro que la transformó para siempre en una preciosa flor de suaves y delicados pétalos amarillos ¿Sabéis cómo se llama esa flor? Su nombre es vainilla.
Desde entonces, esta planta de la familia de las orquídeas, se encuentra en muchos lugares del mundo. De sus vainas se extrae la esencia que utilizamos para hacer los postres y helados que tanto nos gustan a niños y mayores.
¿Crees que te acordarás de la conmovedora historia de Xanath cada vez que pruebes su dulce y delicioso sabor?…
ACERTIJO 4
Un hombre esta al principio de un largo pasillo que tiene tres interruptores, al final hay una habitación con la puerta cerrada. Uno de estos tres interruptores enciende la luz de esa habitación, que esta inicialmente apagada.
¿Cómo lo hizo para conocer que interruptor enciende la luz recorriendo una sola vez el trayecto del pasillo?
Pista: El hombre tiene una linterna
Mito #4
- Nombre: Las Brujas de Ibarra
- Resumen corto: cuenta la leyenda que en tiempos de antaño las brujas eran un medio de comunicación en Ibarra. Al no existir la tecnología de hoy en día, eran ellas quienes llevaban y traían cartas o recados desde las ciudades como Quito y Guayaquil. Se las veía en sus escobas mientras volaban por los cielos de Ibarra. Los mayores aseguraban que se trataba de las Brujas de Mira, Pimampiro y Urcuquí, quienes a diferencia de sus parientas europeas, vestían de un prístino blanco y volaban extendiendo sus propios brazos.
FABULA 4
El lobo con piel de oveja
Pensó un día un lobo cambiar su apariencia para así facilitar la obtención de su comida. Se metió entonces en una piel de oveja y se fue a pastar con el rebaño, despistando totalmente al pastor.
Al atardecer, para su protección, fue llevado junto con todo el rebaño a un encierro, quedando la puerta asegurada.
Pero en la noche, buscando el pastor su provisión de carne para el día siguiente, tomó al lobo creyendo que era un cordero y lo sacrificó al instante.
Moraleja: Según hagamos el engaño, así recibiremos el daño.
Aquí tienes otras fábulas infantiles.
Fabulas #3
El congreso de los ratones
Había una vez una familia de ratones que vivía en la despensa de una casa, pero temiendo siempre los ataques de un enorme gato, los ratones no querían salir. Ya fuera de día o de noche este terrible enemigo los tenía vigilados.
Un buen día decidieron poner fin al problema, por lo que celebraron una asamblea a petición del jefe de los ratones, que era el más viejo de todos.
El jefe de los ratones dijo a los presentes:
- Os he mandado reunir para que entre todos encontremos una solución. ¡No podemos vivir así!
- ¡Pido la palabra! - Dijo un ratoncillo muy atento-Atemos un cascabel al gato, y así sabremos en todo momento por dónde anda. El sonido nos pondrá en alerta y podremos escapar a tiempo.
Tan interesante propuesta fue aceptada por todos los roedores entre grandes aplausos y felicidad. Con el cascabel estarían salvados, porque su campanilleo avisaría de la llegada del enemigo con el tiempo para ponerse a salvo.
- ¡Silencio! – Gritó el ratón jefe, para luego decir: Queda pendiente una cuestión importante: ¿Quien de todos le pondrá el cascabel al gato?
Al oír esto, los ratoncitos se quedaron repentinamente callados, muy callados, porque no podían contestar a aquella pregunta. De pronto todos comenzaron a sentir miedo. Y todos, absolutamente todos, corrieron de nuevo a sus cuevas, hambrientos y tristes.
Moraleja: es más fácil proponer ideas que llevarlas a cabo
Mito #3
Mito el Cóndor
En un pueblo un hombre vivía con su hija, ella tenía como tarea cuidar a las ovejas. Todos los días iba un joven a visitarla mientras ella cuidaba las ovejas, hasta que un día se hicieron buenos amigos.
Un día soleado empezaron a jugar a que él la cargaba y ella a él, cuando de pronto ella se dio cuenta que estaba volando. Desde ese día el joven se convirtió en su cóndor, él la cuidaba, la alimentaba. Pasaron muchos años los dos crecieron tuvieron hijos, pero ella no dejaba de pensar en su padre y todas las noches lloraba ya que había abandonado a su padre y lo había dejado solo con los animales.
Un día ella se encontraba regando las flores y encontró a una mariposa la cual le pidió ayuda para volver a ver a su padre, la mariposa le dijo al cóndor que su esposa y sus hijos habían desaparecido, mientras la mariposa hablaba con el esposo ella escapaba con sus hijos y regresaba con su padre.
Desde que ella regresó con su padre, el cóndorjamás volvió, ella todos los días volaba para ver si veía al cóndor pero nunca más lo volvió a ver.
Leyendas #3
Leyenda del cenote zací
Los cenotes son pozos de agua dulce creados como consecuencia de la erosión del a piedra caliza. Se encuentran en México.
El cenote Zaci estaba ubicado dentro de una ciudad con el mismo nombre. Allí vivía una joven llamada Sac-Nicte, que era nieta de una bruja, que enamorada de Hul-Kin, hijo del cacique del pueblo. Sin embargo, las familias de la bruja y del cacique eran enemigas, por lo que los jóvenes se veían a escondidas. Cuando el padre se enteró, envió a Hul-Kin a otro pueblo, a casarse con otra joven. Debido a la tristeza de su nieta, la bruja hizo rituales para que Hul-Kin regresara, pero fue en vano.
La noche anterior de la boda de Hul-Kin, Sac –Nicte se arrojó al cenote con una piedra atada a su cabello. En el momento de la muerte de la joven, Hul-Kin sintió un dolor en el pecho que lo obligó a volver a Zaci. Al enterarse de lo sucedido, se Hul-Kin se arrojó también al cenote y se ahogó. Finalmente los sortilegios de la bruja habían obtenido una respuesta, y Hul-Kin había regresado para permanecer siempre con Sac-Nicte.
Anecdotas #3
1. La abuela estaba en el baño maquillándose. Su pequeña nieta estaba mirándola, como había hecho muchas veces antes.
Cuentos #3
F
Oh, Gran Mago! ¡Ha ocurrido una tragedia! El pequeño Manu ha robado el elixir con el hechizo Lanzapalabras.
- ¿Manu? ¡Pero si ese niño es un maleducado que insulta a todo el mundo! Esto es terrible.. ¡hay que detenerlo antes de que lo beba!
Pero ya era demasiado tarde. Manu recorría la ciudad insultado a todos solo para ver cómo sus palabras tomaban forma y sus letras se lanzaban contra quien fuera como fantasmas que, al tocarlos, los atravesaban y los transformaban en aquello que hubiera dicho Manu. Así, siguiendo el rastro de tontos, feos, idiotas, gordos y viejos, el mago y sus ayudantes no tardaron en dar con él.
- ¡Deja de hacer eso, Manu! Estás fastidiando a todo el mundo. Por favor, bebe este otro elixir para deshacer el hechizo antes de que sea tarde.
- ¡No quiero! ¡Esto es muy divertido! Y soy el único que puede hacerlo ¡ja, ja, ja, ja! ¡Tontos! ¡Lelos! ¡Calvos! ¡Viejos! - gritó haciendo una metralleta de insultos.
- Tengo una idea, maestro - digo uno de los ayudantes mientras escapaban de las palabras de Manu- podríamos dar el elixir a todo el mundo.
- ¿Estás loco? Eso sería terrible. Si estamos así y solo hay un niño insultando, ¡imagínate cómo sería si lo hiciera todo el mundo! Tengo que pensar algo.
En los siete días que el mago tardó en inventar algo, Manu llegó a convertirse en el dueño de la ciudad, donde todos le servían y obedecían por miedo. Por suerte, el mago pudo usar su magia para llegar hasta Manu durante la noche y darle unas gotas de la nueva poción mientras dormía.
Manu se despertó dispuesto a divertirse a costa de los demás.Pero en cuanto entró el mayordomo llevando el desayuno, cientos de letras volaron hacia Manu, formando una ráfaga de palabras de las que solo distinguió “caprichoso”, “abusón” y “maleducado”. Al contacto con su piel, las letras se disolvieron, provocándole un escozor terrible.
El niño gritó, amenazó y usó terribles palabras, pero pronto comprendió que el mayordomo no había visto nada. Ni ninguno de los que surgieron nuevas ráfagas de letras ácidas dirigidas hacia él. En un solo día aquello de los hechizos de palabras pasó de ser lo más divertido a ser lo peor del mundo.
- Será culpa del mago. Mañana iré a verle para que me quite el hechizo.
Pero por más que lloró y pidió perdón, era demasiado tarde para el antídoto.
- Tendrás que aprender a vivir con tus dos hechizos: lanzapalabras y recibepensamientos. Bien usados podrían ser útiles…
Manu casi no podía salir a la calle. Se había portado tan mal con todos que, aunque no se lo dijeran por miedo, en el fondo pensaban cosas horribles de él y cuando esos pensamientos le tocaban eran como el fuego. Por eso empezó a estar siempre solo.
Un día, una niña pequeña vio su aspecto triste y sintió lástima. La pequeña pensó que le gustaría ser amiga de aquel niño y, cuando aquel pensamiento tocó la piel de Manu, en lugar de dolor le provocó una sensación muy agradable. Manu tuvo una idea.
- ¿Y si utilizara mi lanzapalabras con buenas palabras? ¿Funcionará al revés?
Y probó a decirle a la niña lo guapa y lo lista que era. Efectivamente, sus palabras volaron hacia la niña para mejorar su aspecto de forma increíble. La niña no dijo nada, pero sus agradecidos pensamientos provocaron en Manu la mejor de las sensaciones.
Emocionado, Manu recorrió las calles usando su don para ayudar y mejorar a las personas que encontraba. Así consiguió ir cambiando lo que pensaban de él, y pronto se dio cuenta de que desde el principio podría haberlo hecho así y que, si hubiera sido amable y respetuoso, todos habrían salido ganando.
Tiempo después, las pociones perdieron su efecto, pero Manu ya no cambió su forma de ser, pues era mucho mejor sentir el cariño y la amistad de todos que intentar sentirse mejor que los demás a través de insultos y desprecios.
x
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- ¿Manu? ¡Pero si ese niño es un maleducado que insulta a todo el mundo! Esto es terrible.. ¡hay que detenerlo antes de que lo beba!
Pero ya era demasiado tarde. Manu recorría la ciudad insultado a todos solo para ver cómo sus palabras tomaban forma y sus letras se lanzaban contra quien fuera como fantasmas que, al tocarlos, los atravesaban y los transformaban en aquello que hubiera dicho Manu. Así, siguiendo el rastro de tontos, feos, idiotas, gordos y viejos, el mago y sus ayudantes no tardaron en dar con él.
- ¡Deja de hacer eso, Manu! Estás fastidiando a todo el mundo. Por favor, bebe este otro elixir para deshacer el hechizo antes de que sea tarde.
- ¡No quiero! ¡Esto es muy divertido! Y soy el único que puede hacerlo ¡ja, ja, ja, ja! ¡Tontos! ¡Lelos! ¡Calvos! ¡Viejos! - gritó haciendo una metralleta de insultos.
- Tengo una idea, maestro - digo uno de los ayudantes mientras escapaban de las palabras de Manu- podríamos dar el elixir a todo el mundo.
- ¿Estás loco? Eso sería terrible. Si estamos así y solo hay un niño insultando, ¡imagínate cómo sería si lo hiciera todo el mundo! Tengo que pensar algo.
En los siete días que el mago tardó en inventar algo, Manu llegó a convertirse en el dueño de la ciudad, donde todos le servían y obedecían por miedo. Por suerte, el mago pudo usar su magia para llegar hasta Manu durante la noche y darle unas gotas de la nueva poción mientras dormía.
Manu se despertó dispuesto a divertirse a costa de los demás.Pero en cuanto entró el mayordomo llevando el desayuno, cientos de letras volaron hacia Manu, formando una ráfaga de palabras de las que solo distinguió “caprichoso”, “abusón” y “maleducado”. Al contacto con su piel, las letras se disolvieron, provocándole un escozor terrible.
El niño gritó, amenazó y usó terribles palabras, pero pronto comprendió que el mayordomo no había visto nada. Ni ninguno de los que surgieron nuevas ráfagas de letras ácidas dirigidas hacia él. En un solo día aquello de los hechizos de palabras pasó de ser lo más divertido a ser lo peor del mundo.
- Será culpa del mago. Mañana iré a verle para que me quite el hechizo.
Pero por más que lloró y pidió perdón, era demasiado tarde para el antídoto.
- Tendrás que aprender a vivir con tus dos hechizos: lanzapalabras y recibepensamientos. Bien usados podrían ser útiles…
Manu casi no podía salir a la calle. Se había portado tan mal con todos que, aunque no se lo dijeran por miedo, en el fondo pensaban cosas horribles de él y cuando esos pensamientos le tocaban eran como el fuego. Por eso empezó a estar siempre solo.
Un día, una niña pequeña vio su aspecto triste y sintió lástima. La pequeña pensó que le gustaría ser amiga de aquel niño y, cuando aquel pensamiento tocó la piel de Manu, en lugar de dolor le provocó una sensación muy agradable. Manu tuvo una idea.
- ¿Y si utilizara mi lanzapalabras con buenas palabras? ¿Funcionará al revés?
Y probó a decirle a la niña lo guapa y lo lista que era. Efectivamente, sus palabras volaron hacia la niña para mejorar su aspecto de forma increíble. La niña no dijo nada, pero sus agradecidos pensamientos provocaron en Manu la mejor de las sensaciones.
Emocionado, Manu recorrió las calles usando su don para ayudar y mejorar a las personas que encontraba. Así consiguió ir cambiando lo que pensaban de él, y pronto se dio cuenta de que desde el principio podría haberlo hecho así y que, si hubiera sido amable y respetuoso, todos habrían salido ganando.
Tiempo después, las pociones perdieron su efecto, pero Manu ya no cambió su forma de ser, pues era mucho mejor sentir el cariño y la amistad de todos que intentar sentirse mejor que los demás a través de insultos y desprecios.
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Fabulas #2
el adivino
Instalado en la plaza pública, un adivino se entregaba a su oficio. De repente se le acercó un vecino, anunciándole que las puertas de su casa estaban abiertas y que habían robado todo lo que había en su interior.
El adivino levantose de un salto y salió corriendo hacia su casa, desencajado y suspirando, para ver lo que había sucedido.
Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr le dijo:
-Oye, amigo, tú que te vanaglorias de prever lo que ocurrirá a los otros, ¿por qué no has previsto lo que te sucedería a ti?
El adivino no supo qué responder.
Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el futuro de los demás. Tan sólo pretenden estafarnos y quitarnos nuestro dinero.
Mitos #2
Mito la Madre de Agua
Es una verdadera diosa de las aguas, aunque sus pies sean volteados hacia atrás no deja de ser bella, la Madre de agua deja rastros a la dirección contraria a la que se dirige.
Esta mujer solo persigue a niños, a quienes se le dirige con ternura, los enamora, los atrae con dulzura y amor maternal, situación que preocupa a los padres de familia. Los niños atraídos por la Madre de agua se enferman, sueñan con la hermosa rubia que los adora y la llaman con frecuencia. Cuando los niños están cerca del río, que escuchan su voz la siguen tirándose al agua con peligro.
Los campesinos creen que la Madre de agua surgió de una bella joven española que se enamoró de un joven indígena, con quien tuvo un niño. Cuando el padre de la joven se enteró de lo sucedido, ahogó al niño frente a sus padres, luego mató al amante indígena. La madre desesperada se lanzó al río, convirtiéndose en una apasionada por los niños y vengativa de la humanidad.
Leyenda #2
(leyenda para niños)
Hubo una vez, en unas lejanas llanuras, un árbol antiquísimo al que todos admiraban y que encerraba montones de historias. De una de aquellas historias formaba parte un hada, que había vivido en su interior durante años. Pero aquella hada se convirtió un día en una mujer que mendigaba y pedía limosna al pie del mismo pino.
Muy cerca, vivía también un campesino (al que la gente consideraba tan rico como egoísta), que tenía una criada. Aquella criada paseaba cada mañana junto al viejo pino y compartía con la mujer mendiga todo el alimento que llevaba consigo. Pero cuando el campesino se enteró de que la criada le daba el alimento a la señora que mendigaba, decidió no darle ya nada para comer para no tener así que regalárselo a nadie.
Tiempo después, el campesino avaro acudió a una boda en la que tuvo la ocasión de comer y beber casi hasta reventar cuando, regresando a casa, pasó cerca del pino y de la mujer que mendigaba a sus pies. Pero en lugar de un árbol, el campesino vio un palacio precioso que brillaba a más no poder. Animado aún por la boda, el campesino decidió entrar y unirse a lo que parecía otra fiesta. Una vez dentro del palacio, el campesino vio a un hada rodeada por varios enanitos disfrutando de un festín. Todos invitaron al campesino a compartir la mesa con ellos y no lo dudó dos veces, a pesar de que había acabado muy lleno de la boda.
El campesino, ya sentado en la mesa, decidió meterse todo cuanto pudo en los bolsillos, puesto que ya no le cabía nada en el estómago. Acabada la fiesta, el hada y los enanitos se fueron a un salón de baile y el campesino decidió que era el momento de volver a casa. Cuando llegó, quiso presumir de todo cuanto le había pasado ante su familia y sus criados y, para demostrarlo, sacó todo cuando había metido en sus bolsillos. Pero, oh, oh…de los bolsillos no salió nada.
El campesino, enfurecido por las risas de todos, ordenó a la criada que se fuera de su casa y que comprobara si quisiera cuanto le había contado. La pobre joven salió de la casa entristecida, y acudió hasta los pies del pino. Pero, de pronto, poco antes de llegar, notó algo muy brillante en los bolsillos de su delantal. Eran monedas de oro.
Tan contenta se puso la criada que decidió no regresar nunca más al hogar del campesino egoísta, y fue a ver a la mujer que mendigaba en el pino para darle algunas monedas.
- Tome señora, unas pocas monedas que tengo, seguro que le ayudarán. – Dijo la joven.
Y en aquel mismo momento la falsa mendiga retomó su forma de hada, recompensando la actitud de la joven con un premio todavía mayor, su libertad y su felicidad eternas.
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